Cuando fuimos a Primark vimos que habían muñecos de trapo, Miniyo ni corta ni perezosa que comprasemos uno nuevo para ella y que el suyo se lo daba a su hermano. Le dije que eso no podía ser que ella había tenido a su oveja desde que nació en su camita que buscaramos uno nuevo para su hermano porque todo lo iba a tener de segunda mano porque ella se lo dejaba y que tuviera algo para estrenar. Llegamos a un acuerdo cuando fuera a visitar a su hermano a la clínica ella será la encargada de llevarle y ponerle el muñeco de trapo en su camita. Aceptó así que buscando encontramos una oveja es diferente a la suya pero es el mismo animal así serían iguales y lo había escogido ella. Le hizo mucha ilusión y aquí está la que le cogimos.
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